mayo 26, 2020
BY veroburgui0
Comments
Dadas las circunstancias actuales que estamos viviendo con el Covid 19 y con toda la incertidumbre que nos genera a todos en nuestra profesión los primeros días, he decidido compartir con vosotros mi experiencia y las medidas de protección que yo tomo, por si os es de utilidad la información.
Lo primero a tener en cuenta, es que ninguna de las dos personas, ni maquilladora, ni clienta, está exenta de contraer el virus, como es lógico, pero si tuviera que decir cual de las dos tiene más riesgo de contagio, diría que la clienta, de ahí que extreme las precauciones y medidas de higiene con ellas.
 |
| Imagen creada por @veroburgui_makeup. Prohibida su copia sin mención. |
En primer lugar, me referiré al espacio de trabajo, la manera de actuar dependerá mucho de si es un sitio de trabajo habitual, (como puede ser una sala de maquillaje de televisión o un salón de belleza), o es un lugar al que nos desplazamos un día puntual (para un rodaje o a casa de una clienta). En mi lugar habitual de trabajo desinfecto toda el área de trabajo bien con una mezcla de agua y lejía o con algún desinfectante específico, silla, reposa brazos, cabecero, encimeras de trabajo y suelo. Aún habiendo desinfectado la encimera, siempre pongo una base de papel para que las herramientas no tomen contacto directo con la mesa.
 |
| Imagen creada por @veroburgui_makeup. Prohibida su copia sin mención. |
En cuanto a la indumentaria, es aconsejable llevar una bata de material desechable, que deberemos tirar después de cada servicio, es decir, entre clienta y clienta debemos cambiar la misma. Si usáramos bata de tela, dado la falta de stock de muchos productos, lo suyo es tener más de una para poder hacer el cambio y posteriormente lavar a temperatura elevada para desinfectar la misma. Fundamental: las mascarillas. Las que menos nos costará conseguir probablemente son las mascarillas quirúrgicas, están evitan propagar el virus, pero no nos protege de contraerlo nosotros. Si solo tenemos acceso a estas es aconsejable usar dos, y tener en cuenta que su uso máximo ronda de 4 a 7 horas. El otro modelo que encontraremos es el autofiltrante, (con o sin válvula de regulación). La FFP2 o FFP3 son las más recomendables, protegemos y nos protegen. Si tuvieran válvula de regulación es aconsejable poner una quirúrgica encima. Elemento primordial para mí: una pantalla, no evita que dejemos de usar la mascarilla, pero crea una barrera con la persona con la que trabajamos protegiendo todo el rostro, boca, nariz y ojos. Cierto es que es muy incomoda a la hora de trabajar, ya que genera muchos reflejos que impiden que se vea con claridad, pero al final te acostumbras a buscar los ángulos de “no reflejo” para ver el trabajo sobre la piel. El tema guantes genera un amplio debate, podemos no usarlos si hacemos un correcto lavado de manos y desinfectamos con gel hidroalcohólico posteriormente. Si decidimos usarlos, teniendo siempre en cuenta lo que vamos tocando, es recomendable usarlos de nitrilo que son los que aíslan completamente.
 |
| Imagen creada por @veroburgui_makeup. Prohibida su copia sin mención. |
Es el momento del material, los maquilladores ya de por sí tenemos un gran trabajo con esto en cada servicio que prestamos, aunque no se vea, sin embargo, ahora debemos extremar aun más la desinfección. Los pinceles, una vez usados, como siempre los lavaremos con agua tibia y jabón, los dejaremos secar y posteriormente rociaremos sobre ellos una mezcla de agua y alcohol, actualmente el Ministerio de Sanidad recomienda sustituir el alcohol por etanol, (podéis consultarlo en el Boe). Usaremos en medida de lo que podamos desechables, para labios, pestañas, eyeliner, etc, siempre teniendo en cuenta que debemos sacar el producto de su envase original, ya que por ejemplo un error muy común que veo, es que se usa un desechable de mascara de pestañas en una persona, (teniendo en cuenta que después de la aplicación en un ojo hay que volver a coger producto, con lo que ya “contaminamos” el mismo) y luego cogemos otro desechable para otra persona, realizando la misma acción. Intentaremos sacar los productos de sus envases originales, es decir sacaremos el eyeliner con una espátula, al igual que los labiales, los polvos fijadores podemos echarlos sobre un tisú, etc. Una buena opción en este momento es usar pigmentos sueltos, ya que podemos retirar la cantidad deseada. En caso de usar sombra en polvo y esto también nos servirá para los rubores e iluminadores, una vez usados rociaremos con agua y alcohol y quitaremos la primera capa de producto con un tisú, volveremos a repetir el proceso una vez más. Con los lapiceros hago lo mismo, rocio agua con alcohol (puesto que lo voy a meter en el sacapuntas, con lo que desinfecto antes) y saco punta, repito este proceso una segunda vez. Los neceseres/estuches que sean de tela podemos meterlos directamente en la lavadora, ya que todos los productos que van en ellos han estado en contacto con otras superficies. Las esponjas tipo “beauty blender” que tienen un precio elevado y no pueden tirarse como las desechables habituales, las cuezo durante 3 minutos, las dejo secar y también rocio sobre ellas una solución de agua y alcohol. Los botes de portar pinceles los sumerjo en agua con jabón y después los lavo, para posteriormente meterlos en agua con lejía o si no puedo realizar ese paso los desinfecto con alguna solución, para no transferir residuos o posibles gérmenes a los pinceles. Los envases como pueden ser las bases de maquillaje, cremas, paletas, etc, los limpio con un trapo agua y alcohol.
Esta es la parte de trabajo que muchas personas desconocen y no ven y que forman parte de nuestra rutina habitual como maquilladores (ahora de manera más minuciosa si cabe), una parte de trabajo que nos lleva un tiempo extra de unas dos horas antes y después de cada servicio. Es importarte recordar, que el cliente no solo paga por un maquillaje en la piel, sino que hay un proceso previo y posterior.
Espero que os haya ayudado.
